Un poco más sobre la Luz

A continuación se describen algunas propiedades sobre la luz que son útiles tener en cuenta en astronomía. Estas son: 

Energía del fotón:

Cuando se hace mención a la energía del fotón, se hace referencia a la energía transportada por un único fotón con una cierta longitud de onda y frecuencia electromagnética.  

Además, la energía del fotón es solamente en función de la longitud onda del fotón. Es decir, dos fotones de luz del mismo color, y por tanto con la longitud de onda, tienen la misma energía, incluso si son emitidos de diferentes fuentes. 

Y la ecuación que describe esta energía de fotón está dada por: E = hf. Donde h es una constante y f la frecuencia. 

Esto quiere decir que entre mayor sea la frecuencia de la onda, mayor es la energía, por lo que podemos hacer inferencias como que los espectros de luz por encima de la luz visible (rayos x, rayos gamma y rayos ultra violeta) son potencialmente más peligrosos para la salud de una persona; pues sus frecuencias de onda son mayores. Caso contrario sucede con los espectros electromagnéticos menores a la luz visible, como los rayos infra rojos. 

La luminosidad: 

En astronomía la luminosidad es la cantidad de energía por unidad de tiempo emitida en todas las direcciones por un cuerpo celeste. Es decir, es una propiedad física. Además, esta propiedad está directamente relacionada con la magnitud del astro. 

La luminosidad del Sol es muy usada en astronomía, esto porque a partir de ella se hacen las comparaciones de esta propiedad. 

Imagen que describe la luminosidad

Brillo:

La magnitud aparente cuantifica el brillo de una estrella observado desde la tierra. Es decir, al contrario de la luminosidad, este depende de tres cosas: la distancia del observador, la posible distorsión de la luz a causa del polvo estelar y la propia luminosidad. Por lo que podemos inferir que una estrella más luminosa que otra, desde la Tierra puede que el brillo de la más luminosa sea menos y el brillo de la menos luminosa sea más.

Con esto en mente y sabiendo que la intensidad de una radiación disminuye con el cuadrado de la distancia, podemos establecer una relación entre el brillo, la magnitud aparente y la magnitud absoluta de una estrella. 

Así mismo, se puede clasificar a las estrellas por su temperatura, pues existe una relación entre la temperatura de la estrella y su tipo espectral, o color.